domingo, 2 de diciembre de 2012

¡Floración de heno!

A veces la naturaleza nos sorprende con el hecho de que crecen mal nuestras plantas si las cuidamos, y si las olvidamos, crecen bien. ¿Será que a algunas les caemos mal y se las arreglan con el agua, con tal de no estarla recibiendo de nosotros? Vaya...
 Estaba regando unas orquídeas montadas, cuando volteé a ver a mi Tillandsia usneoides, y me sorprendí al ver esa cosita de color verde brillante.
 Ya la había visto antes en internet, y se decía que es muy difícil hacerla florecer.
 Y no sólo una flor me regaló, sino dos.
 La gente dice que tiene un fuerte olor para ser tan chiquita, pero yo apenas y detecté algo. Tengo la nariz algo tapada, y aún era temprano. Quizá más tarde la huela.
 Hermosa, ¿no?


 Y aquí una flor incipiente. Seguramente mañana abrirá. Lástima que es lunes.
 Aquí se aprecia mejor.


Nunca pensé que se me daría así. Lo curioso es que nunca veo abrir sus frutos: o no abren, o el viento es mil veces más hábil que yo. He de ser yo todo un tarolas.