Pues bien, me presento de vuelta. Mi enorme ausencia se debió a que he estado resolviendo unsas cosas personales en los últimos dos años, aproximadamente, y eso me ha alejado bastante de mis plantas, a tal grado que había pensado en otra carrera. Pero heme aquí. ¡Vaya que extrañaba hasta escribir aquí!
Bueno, regresando a Aruba, es la planta de piña que obtuve a partir de una penca hace tres años. La puse en agua, me emocioné mucho cuando vi sus raíces y la pasé a la maceta amarilla que ven en estas fotos. Está algo fea porque la mantuve al sol todo este tiempo, y pues con el agua suficiente no se ha muerto, y me gusta así porque sus hojas toman una coloración rojiza, y junto con las puntas secas me recuerdan a muchas tillandsias que llego a ver por ahí.
Por cierto, la transplanté. Aquí pueden ver las raíces que por suerte no estaban muy apretadas ni tampoco eran muy pocas. Aproveché cuando la coloqué sobre un montón de tierra en la otra maceta, aún sin rellenar, para darle una actualización de look. Le corté las puntas secas, y en la base recorté lo más que pude las hojas viejas.
Aquí está, chula como lo son todas las bromeliáceas, en su nueva maceta, que es como el doble de la anterior. Esta foto se ve un poco rosa porque aún no había ajustado la cámara. ¡Me encanta su sombra que muestra su silueta de bromeliácea!
Una mejor foto, con la cámara por fin ajustada jejeje.
Y por último esta foto algo movida, con el tiesto viejo para comparar. Y tú, ¿Te acordabas de Aruba?
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