Hoy fue un día hermoso. Me había despertado vagamente, sin abrir los ojos aún, y después recordé que tenía un par de Catasetum en la ventana, apenas brotando. Como estaba lloviendo, no quería que se mojaran e, inmediatamente, los metí a la casa. Después me levanté y fui a visitar a mi pequeña Tolumnia:
Semejante belleza habremos visto, ¿eh? De hecho, creo que es la misma que me encantó en la expo por su color naranja.
Me encanta ese detalle blanco. Hice una pequeña investigación y el híbrido sigue sin registrar, pero es muy famoso. Tanto así, que hasta en Canadá lo tienen. No sé quién esté detrás de todo esto.
Y Tolumnia dijo: no me llaman Dama Danzante por nada.
Fotos que le tomé en la noche. La segunda flor ya más abierta. Investigué también que la concentración de naranja en el labelo depende de la iluminación: a más luz, más naranja y a menos luz, más amarillo.Ésta foto la ocupé de fondo de escritorio temporal. Ya le haré una mejor toma.
Es algo muy personal: hoy estuve más de dos horas sentado viendo mi Tolumnia, leyendo los Viajes de Gulliver y volando, merced de muchos pensamientos agradables. No sé, hay algo en cada flor de orquídea que dice algo, cada una da impresiones diferentes y no tanto por sus colores, sino por sus formas. Es ahí donde me doy cuenta que me apasionan las orquídeas de cabo a rabo.
Confucio dijo: ¿Me preguntas por qué cultivo arroz y flores? Cultivo arroz para tener de qué vivir, y flores para tener algo por qué vivir.
Capaz que hasta se gasta su belleza de yo tanto verla. Estoy muy feliz de haberme metido en este género, y no puedo esperar a hacerme una buena colección de estas bellezas. La planta pequeña, flores de buen tamaño y una inflorescencia larga y elegante. Espero les haya gustado tanto como a mí.
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