Me he dado cuenta de que, con esta nueva interfaz de blogger, se me ha olvidado colocar etiquetas en muchas entradas. ¡Vaya!... Además, de puro capricho, algunas fotos se suben volteadas y distorsionadas. Terrible, pésimo.
El brote que ya les había enseñado.
El otro brote que ya les había enseñado. Yo recordaba algo vagamente de que, del pseudobulbo más nuevo, surgía otro brote. Pensé que me equivocaba, pero no fue así:
Ahí se ven las brácteas blancas del pseudobulbo, que es del año pasado, y un brote ahí asomándose. Leí que en las expos de aquí, México, se juzga también el número de frentes de crecimiento. Ahora tendré 3, y el próximo año hará una buena floración.
Por lo pronto, es modesta con una sola floración, que va lento como miel, pero valdrá toda la pena.
En diciembre del año pasado, había comprado un
Cymbidium amarillo de inflorescencia péndula, como me encantan. Ahora está creciendo, lentamente, pero ahí va. El que haya 3 brotes (como la
Euchile), indica que a finales de este año habrá 3 inflorescencias. Se verá hermoso.
Detalle de los dos brotes menores.
He aquí el
Cymbidium que compré en Cuemanco. Va lento, también. El brote de la derecha, que tiene un par de hojas secas, detuvo su crecimiento de la nada, y después salió el brote de la izquierda y, hace poco, el pequeñito de la derecha. Después descubrí la causa: agua en el brote. Hay que tener cuidado con muchas orquídeas cuando brotan, pues el agua las puede afectar. Sin embargo, éste bien entusiasta, va con todo.
Los
Cymbidium, leí por ahí, necesitan de, al menos, 3 bulbos para florecer. No sé, si llegan a madurar para el invierno, si me vaya a florecer. En todo caso, prefiero que se ponga fuerte a que fuerce una floración de último aliento. Por si no lo recuerdan, es blanco con un poco de amarillo y rojo (bastante típico), de flores grandes y redondas. Siempre es bueno tener un arquetipo de género, pues son de lo más bonito.
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